Breve reseña histórica del movimiento psicoanalítico
Según Clara Thomson, gran parte de lo que llamamos actualmente Psicoanálisis se podría centrar en una fecha clave como es el año 1.839, en el cual Freud presenta sus estudios sobre la Histeria. Posteriormente y siguiendo a la misma autora, lo divide en cuatro grandes periodos. Un primer periodo desde el año 1.885 hasta 1.900: en esta época aparecen los conceptos de motivación inconsciente, la represión, la resistencia, la transferencia, la angustia y la etiología de las neurosis. Un segundo periodo que va desde 1.900 hasta la segunda década del presente siglo: aquí aparece el interés principal por la Teoría de las Neurosis, aparecen las primeras Teorías del Instinto, etc. El tercer periodo es un periodo en el que se pone el énfasis acerca de la personalidad en su conjunto, se explora el Narcisismo, la agresión, preparándose el terreno para una nueva teoría de los instintos. El cuarto periodo en el cual los investigadores centran su atención fundamentalmente en la búsqueda de métodos de terapia más efectivos, es pues un periodo más clínico.
El Psicoanálisis tuvo un precursor en la hipnosis. Freud fue discípulo de Charcot y de Breuer. Los primeros descubrimientos se hicieron pues en relación con la hipnosis. Sobreviviendo todavía algunos residuos del método primitivo. Se reconoció que con la sugestión y la hipnosis, apremiando al paciente a olvidar la perturbación, podían en realidad sumergir la causa más profundamente. Además sus efectos a la par que espectaculares, resultaron ser transitorios, motivo por el cual la hipnosis es abandonada.
Habría a mi entender dos corrientes fundamentales en el movimiento psicoanalítico: los INSTINTIVISTAS (para los cuales el THANATOS es lo primario y el EROS secundario), en ellos un exponente es FREUD, y los NO INSTINTIVISTAS, uno de cuyos representantes es FAIRBAIN. Las diferencias fundamentales entre ambos son: para los primeros el destino de la LIBIDO (energía) es la descarga de la pulsión, para los otros el destino de la LIBIDO es primariamente la busqueda de objeto.
De aquí surgen importantes diferencias teóricas y por supuesto clínicas. Para Freud el niño es un "perverso poliformo", que para entendernos vendría ya con el EDIPO incorporado. Fairbain discrepa radicalmente en esto, indicando que Freud, puso el carro delante de los caballos, es decir que el Edipo es en todo caso una consecuencia y no el origen del problema. Igualmente discrepa de modo importante al respecto de la represión, los contenidos del inconsciente, la culpa, etc.
Otro autor como Fromm habla de biofilia, en oposición a la necrofilia. La persona biofilica (incardinada en lo que él llama síndrome de crecimiento), trata de conocer cosas nuevas, le atrae la vida, lo vivo, no teme al cambio, todo ello al servicio de las tendencias progresivas. En oposición está el NECROFILICO, quien ama el orden, la autoridad, lo conocido, las cosas como "Dios manda", su narcisismo es "Maligno", buscando sistemáticamente la simbiosis y la fusión, evitando ante todo experiencias nuevas y de cambio. En un caso predominan las Tendencias Progresivas, y en el segundo las Tendencias Regresivas (SÍNDROME DE DECADENCIA). A los segundos les atrapa la MADRE, las posesiones (es desde luego más importante para ellos TENER que Ser). Desde luego los personajes creativos militan entre los biofílicos, y entre los otros tenemos a los AUTORITARIOS, DESPOTAS y otros. Naturalmente, hablamos de posiciones muy marcadas entendiendo que existen posiciones intermedias.